martes, 19 de febrero de 2013

Reseña de un libro sobre las 70 Semanas de Daniel

   Nota del Blog: presentamos la reseña de un libro en extremo interesante publicado por un Cardenal amigo de Pío XII.
   La misma se encuentra en la Revista Bíblica fundada por Straubinger, edición Ene-Mar 1952, pag. 39 s.
  Este tipo de exégesis nos parece muy importante por dos razones: la primera porque abre perspectivas enormes a la exégesis, y en segundo lugar, y no menos importante, porque le arrebata a los rabinos una de sus principales armas exegéticas. 


Nueva Interpretación de la profecía de las 70 Semanas de Daniel
c. 9 v. 24 ss.

El Osservatore Romano trae el anuncio de una nueva e interesante interpretación y estudio de la célebre profecía de Daniel en el capítulo 9, con motivo del libro de Monseñor Borgongini Duca, Nuncio de Su Santidad en Italia. "Le 70 Settimane di Daniele e le date Messianiche", Padova, 1951.
Hace ante todo el autor una traducción fiel y exacta del texto hebreo y establece tres hechos principales con sus fechas: La Encarnación de Nuestro Señor; la muerte de Cristo y la destrucción del templo de Jerusalén.
Expresa el autor su admiración de haberse encontrado en este pasaje de Daniel con un verdadero cripto y cronograma y recuerda a este propósito las palabras de Jesús en S. Mateo 24, 15: "Cuando veáis la abominación de la desolación predicha por el profeta Daniel, estar en el lugar santo, quien lee, entienda".

El autor cree que en estas palabras se hace referencia al misterio de las palabras numeradas en la profecía de Daniel y al secreto de los números escondidos bajo esas mismas palabras.
Puso la atención Monseñor sobre las últimas 80 palabras hebreas desde el v. 24 hasta el final que contienen el misterio de las 70 semanas y vio que la 76 palabra terminaba con la indicación de la destrucción del templo de Jerusalén.
De aquí dedujo el autor que la profecía era de palabras numeradas y que cada una de ellas respondía a una semana de años y la destrucción del templo debía estar al final de las 76 palabras, que corresponden, multiplicando 76 por 7 a 532 años del principio del cómputo.
Las últimas cuatro palabras del texto hebreo están fuera de la cuenta por referirse al fin del mundo y esto queda sellado por el misterio.
Ateniéndose a Julio Africano, Intérprete autorizado de Daniel, el autor supone las semanas de Daniel como años lunares de 354 días.
El cómputo lo comienza por el año 20º de Artajerjes I de Persia que según Nehemías I, 6 da el decreto de reconstrucción de Jerusalén. Por otra parte Flavio Josefo señala la fecha del 6 de agosto del año 70 de la era vulgar para la destrucción del templo de Jerusalén por los Romanos.
Estudiando las eras más conocidas y usadas en el mundo antiguo, vio que el 1 Toht del año 818 de la era de Nabonasar corresponde al 6 de agosto del año 70 de nuestra era vulgar. Desde el principio del año 303 de dicha era correspondiente al año 20º de Artajerjes de la misma era, hasta la vigilia inclusive del 6 de agosto del 70 (817 de Nabonasar) corren 515 años solares completos.
Estos 515 años solares son 531 años lunares y con más un día del año 532 se llega a la fecha fatídica de la destrucción del templo, la 76 semana de Daniel.
El último año de una semana de Daniel, igual a semana de año, no se considera verificada a su fin, sino a su primer día. Esta es la norma con la cual calcula el autor sus diversas fechas.
Desde la palabra 76º del texto que marca la destrucción del templo contando hacia adelante, la muerte del Mesías la encuentra sobre la palabra 70 en correspondencia con el año 777 de Nabonasar (800 lunar completo de la misma era). Calculados los días con exactitud, indicados en el texto hebreo, resulta la fecha del 7 de abril del año 30 de la era vulgar (Viernes 14 de Nisán[1]) como día, mes y año de la muerte de Nuestro Señor.
La fecha de la Encarnación del Señor está indicada en el texto de Daniel cinco palabras antes de la muerte, en la palabra 65º (semana) y hecho el cálculo, resulta el 20 de marzo del año 5º antes de nuestra era vulgar, que es el 743 de la era de Nabonasar.
Determina de este modo para la vida del Señor, 33 años, más tres meses, más tres semanas de días. 
También resultan numeradas las otras 331 palabras de Daniel el cual se sirve de las 411 palabras en total del texto hebreo del capítulo 9 para indicar otras fechas de la historia del pueblo de Israel.
Así el autor fija las fechas de la erección del templo de Salomón, la primera destrucción de Jerusalén, el decreto dado por Ciro, la construcción del segundo templo de Zorobabel y el año 20º del reinado de Artajerjes.
La fecha en que el Arcángel Gabriel habla a Daniel, la encuentra en la palabra número 209, año solar de Nabonasar, que corresponde al 539 antes de nuestra era vulgar.
La distancia entre esta fecha y la de la destrucción del templo (año 70) es de 222.222 días, dato que confirma todos los cálculos hechos anteriormente.
Observa Monseñor que la era de Nabonasar era la que regía desde hacía dos siglos en Babilonia entre los sabios y magos de la corte donde Daniel tenía un puesto muy encumbrado.
Con este interesante estudio se ofrece un nuevo camino a los escrituristas para la recta interpretación de esta tan mentada profecía que ha tenido hasta ahora tan diversas y discordes explicaciones.
Otro criptograma puede encerrarse quizás en el Apocalipsis 13, 18 donde se dice: "Aquí la sabiduría; quien tiene entendimiento calcule la cifra de la bestia (Anticristo)". Porque es cifra de hombre: su cifra 666.


P. José Fuchs, S. D. B.



[1] Nota del Blog: El texto original dice, erróneamente, “Viernes 14 de Abril”.