jueves, 28 de febrero de 2013

Te Deum, por Gertrud Von Le Fort


Te Deum

Tu voz[1] dice:
Oh Dios de mi vida:
Quiero alabarte en las tres orillas de tu única luz.
Quiero hacer llegar mi canto hasta el mar de tu gloria.
Con gritos de júbilo quiero sumergirme en las olas de tu fuerza.
Áureo Dios de tus estrellas; rugiente Dios de tus tormentas,
ardiente Dios de tus montañas que vomitan fuego,
Dios de tus ríos y de tus mares.
Oh Tú, Dios de todos los animales,
Dios de las espigas y de las rosas salvajes,
Te doy gracias, Señor, porque nos has despertado a la vida.
¡Hasta los coros de tus ángeles, lleguen mis gracias!

***

Dios Hijo, Dios de eterna misericordia,
Dios de tus hombres extraviados.
Oh Tú, Dios de todos los que sufren, de todos los que mueren,
Dios fraternal sobre todas nuestras oscuras huellas,
Te doy gracias porque nos has redimido.
¡Hasta los coros de tus ángeles lleguen mis gracias!

***

Oh Tú, Dios Espíritu Santo,
Dios que en tus profundidades te agitas en oleadas de amor.
Rugiendo, desciendes hasta mi alma;
soplas a través de todos mis espacios,
enciendes todas las fibras de mi corazón.
Santo Creador de tu nueva tierra,
te doy gracias por poder dártelas.
¡Hasta las coros de tus ángeles lleguen mis gracias!

***

Dios de mis salmos, Dios de mis arpas,
Dios de mis órganos y de mis trombones,
quiero alabarte en la triple arista de tu única luz;
quiero lanzarme con mi canción al mar de tu gloria,
con gritos de júbilo hundirme en las olas de tu fuerza.

        
GERTRUD VON LE FORT
(Himnos a la Iglesia)

Trad. de Juan Carlos Ruta



[1] Es la voz de la Iglesia.