lunes, 24 de noviembre de 2014

La Profecía de las 70 Semanas de Daniel y los Destinos del Pueblo Judío, por Caballero Sánchez. Prólogo

   Nota del Blog: comenzamos aquí la publicación de este interesante libro de Caballero Sánchez sobre esta profecía de una importancia capital para poder comprender el Discurso Parusíaco y el Apocalipsis.

   Todas las notas son nuestras.

Daniel
La Profecía de las 70 Semanas de Daniel
y los Destinos del Pueblo Judío


"Vendrá de Sión el Libertador y arrojará lejos
 de Jacob las impiedades. Y ésta es para ellos la
 Alianza de parte mía, cuando quitare los pecados
 de ellos…" (Isaías - San Pablo)

TEXTO DE DANIEL IX, 24-27

"SETENTA SEMANAS HAN SIDO RECORTADAS SOBRE TU PUEBLO Y TU CIUDAD SANTA, PARA QUE SEA CONSUMIDA LA PREVARICACIÓN Y SELLADOS LOS PECADOS Y CANCELADA LA DEUDA E INTRODUCIDA LA JUSTICIA ETERNA Y SELLADA LA VISIÓN Y EL PROFETA Y UNGIDO EL SANTO DE LOS SANTOS.
SEPAS, PUES, Y ENTIENDAS QUE DESDE LA SALIDA DE UNA PALABRA PARA RESTAURAR Y EDIFICAR A JERUSALÉN HASTA UN UNGIDO-PRÍNCIPE, HAY SIETE SEMANAS Y SESENTA Y DOS SEMANAS. TORNARÁSE A EDIFICAR PLAZA Y MURO, Y ESO EN LA ANGUSTIA DE LOS TIEMPOS.
AL CABO DE LAS SESENTA Y DOS SEMANAS, UN UNGIDO SERÁ EVACUADO Y NADA PARA ÉL... Y EL PUEBLO DE UN JEFE QUE VENDRÁ DESTRUIRÁ LA CIUDAD Y EL SANTUARIO Y SU FIN EN LA INUNDACIÓN; Y HASTA EL FIN, GUERRA DECRETADA CON DEVASTACIONES; Y HARÁ FIRME LA ALIANZA CON MUCHOS DURANTE UNA SEMANA, Y POR MEDIA SEMANA HARÁ CESAR EL SACRIFICIO Y LA OBLACIÓN, Y SOBRE EL ALA HABRÁ ABOMINACIONES DE LA DESOLACIÓN, Y HASTA LA CONSUMACIÓN, PUES, DECRETADO ESTÁ QUE SEA DERRAMADA SOBRE LA DESOLACIÓN».


PROLOGO

En estos últimos tiempos la Crítica ha estudiado mucho a Daniel y la más célebre de sus profecías, la de las 70 Semanas.
Los resultados de estos estudios son, para el no iniciado en ellos, muy sorprendentes. De la personalidad de Daniel y de su espíritu de profecía, que tan divinamente resaltan en todo el libro a los ojos de los sencillos, nada queda. Nuestros sabios han descubierto allí una "ficción literaria".

La opinión dominante entre los comentadores católicos de prestigio la resume el P. Calés, S. J. en "Recherches de Science religieuse", 1929, p. 87: "Nuestras preferencias —dice— son para el sistema que coloca al escritor de las visiones daniélicas en la época de Antíoco Epífanes".
He aquí la conclusión general de la Ciencia moderna sobre el libro de Daniel, conclusión propuesta por Bigot en el Diccionario de Teología católica: "Por ficción literaria propia de los autores de apocalipsis, un escritor del tiempo de los Macabeos se puso la careta de un personaje célebre en la antigüedad judía, Daniel; reunió en un solo cuerpo antiguas tradiciones aptas para inspirar confianza en la Providencia de Dios sobre su pueblo (Dan., I-VI), y quiso, para levantar el ánimo de sus compatriotas, juntar aquellos consoladores recuerdos al cuadro de su tiempo tan probado, pintándolo al modo y estilo profético[1]" (Art. Daniel, col. 73). La Profecía de las 70 Semanas, por ejemplo, es historia de un pasado reciente escrita apocalípticamente por un autor piadoso: "Se aplica literalmente al advenimiento de Ciro, a la muerte del Sumo Pontífice Onías III, a las persecuciones de Antíoco Epífanes, en fin, a la par y a la restauración de los Macabeos" (ib., c. 82).
La única diferencia, pero es esencial, entre la Crítica independiente y la Exégesis de los católicos consiste en rechazar o admitir el sentido mesiánico afirmado por la Tradición constante de los Santos Padres, para algunos pasajes del Libro, especialmente para la perspectiva de bienes que despuntan en plenitud tras de las 70 Semanas. Y aún entonces, muchísimos sabios católicos creen que basta retener el mesianismo de estos pasajes no como sentido literal e inmediato, sino como simple sentido indirecto y típico "que guarda para la fe viva y dócil toda su fuerza persuasiva" (ibid., col. 82).
En Revue Biblique de abril 1930, el P. Lagrange publicó un artículo sobre las 70 Semanas de Daniel y lo creyó sin duda definitivo. Llegado a la espléndida madurez de su desarrollo escriturístico y aprovechándose de los últimos trabajos sobre el Libio de Daniel, el P. Lagrange vuelve a examinar el problema de las 70 Semanas, ya estudiado por él en 1904. Es su deseo explícito mostrar cómo el Exégeta católico puede comulgar al mismo tiempo con los Santos Padres sosteniendo un admirable sentido directamente mesiánico, y con toda la Crítica moderna, para la cual el fin de Antíoco Epífanes clausura las 70 Semanas historiadas sin sujeción a cómputo alguno exactamente matemático.
Sigue el P. Lagrange, en su estudio un método excelente. Busca primero la interpretación natural del texto y deja que de ahí fluyan naturalmente las aplicaciones históricas. Pero ¿hasta dónde ha logrado el exégeta dejar al texto su sabor natural sin introducir en él puntos de vista personales? Tal vez sus buenas intenciones no le salvaron de todo tropiezo. Podremos verlo siguiendo punto por punto su comentario. Quizá de este examen se pueda deducir una mayor inteligencia de la grandiosa Profecía de las 70 Semanas.





[1] Uno no puede menos que quedar absolutamente sorprendido de encontrar este párrafo en el famoso DTC. Realmente cuesta creer que esta estupidez haya recibido aprobación eclesiástica.